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del bigote, de la piel y de la imagen personal
La keratina y la cirugía capilar son dos de los tratamientos más populares en la actualidad y ambos logran un cabello brillante y liso, pero…
El problema con la keratina es que usa formol y otras sustancias químicas que ponen en riesgo la salud y generan picazón, ardor e irritación.
La cirugía capilar en cambio utiliza vitaminas, proteínas, colágeno, aceite de almendra, aceite de coco y aceites que derivan de la nuez moscada.
Y estos componentes naturales no solo alisan el cabello, lo hidratan, curándolo de daños anteriores y protegiéndolo de daños futuros.
El primer gran beneficio fundamental de la cirugía capilar es que alisa el cabello hasta un 70 % ya que el tratamiento modifica la estructura capilar, rompiendo la onda y modificando su composición natural para lograr un cabello más liso.
Una ventaja es que el cabello se puede lavar el mismo día, a diferencia de los tratamientos con keratina en los que se debe esperar tres días.
Su contenido en aceites grasos permite que la hebra capilar recupere su vitalidad, luzca mucho más saludable, brillante y suave.
La suavidad que adquiere el cabello con este tratamiento es, sin duda, una de las mejores propiedades ya que elimina por completo la porosidad de las hebras, más aún en cabellos maltratados, decolorados o teñidos.
Además, disminuye la onda y evita el encrespamiento lo cual facilita considerablemente el peinado, al punto de disminuir el uso del secador y la plancha.
Por último, la cirugía capilar disminuye el frizz por completo y logra que el cabello luzca más aplacado reduciendo casi en su totalidad la electricidad estática
Si has expuesto tu cabello rebelde a tintes o a muchas horas bajo el inclemente sol, dale suavidad y vitalidad con una cirugía capilar.
¿TIENES DUDAS?