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del bigote, de la piel y de la imagen personal
El afeitado es el ritual de belleza masculino por excelencia, más que un simple trámite rutinario es un arte que requiere cuidado y un poco de planificación. Debemos planificar por ejemplo si vamos a utilizar espuma de afeitar o shaving gel.
La piel del rostro es muy blanda, en cambio, el pelo de la barba es rebelde y muy áspero. Afeitarlo con un resultado al ras sin dañar la piel requiere protección y el uso de uno de estos dos productos esenciales: espuma de afeitar o shaving gel.
Ambos productos son similares (su ingrediente principal es el mismo: un jabón de trietanolamina) e igualmente aptos para su función: hidratación, lubricación, seguimiento, alivio y frescor tras el proceso de afeitado.
Decantarse por uno u otro es cuestión de gustos personales, pero también hay algunas diferencias que debes conocer.
Lo primero y más llamativo que vemos a la hora de elegir un gel o una espuma es evidentemente su textura.
Para ambos productos se utiliza un mismo jabón de trietanolamina, con un pH específico para nuestro rostro, y la diferencia en este caso es la forma en que este jabón entra en contacto con el gas para su posterior expansión.
Por un lado, tenemos un gel translúcido, por otro lado, una espuma instantánea ligera y vaporosa.
Si hablamos de diferencias, la espuma se puede utilizar inmediatamente en la cara y su aplicación es directa mientras que el gel se aplica haciendo movimientos circulares sobre la piel.
La espuma es más fácil de enjuagar, pero el gel permite un mejor deslizamiento de la afeitadora y una mayor visibilidad durante el proceso de afeitado.
El afeitado será más cómodo si la espuma se emplea junto a una brocha que ayuda a esparcir el producto de manera eficaz y se introduce entre la barba para entrar en contacto directo con la piel y ablandar el vello, en cambio, con el gel no es necesario el uso de brocha pues el propio producto actúa como lubricante y favorece que el vello facial se vaya ablandando, permitiendo así un afeitado mucho más cómodo y sencillo.
Es importante dejar actuar la espuma alrededor de tres minutos antes de afeitarse para que el resultado sea mucho más preciso, no sucede igual con el gel que es ideal para hombres que portan barbas espesas y a los que el vello facial les crece rápidamente.
Por último, el gel suele costar un poco más pero suele rendir mucho más que la espuma. Cuando usamos gel, basta con una pequeña cantidad para cubrir nuestra barba.
En ambos casos, conviene eliminar minuciosamente los restos de espuma o del gel y así restablecer después del afeitado el pH cutáneo, a lo que también ayuda el uso de un after shave.
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